miércoles, 5 de septiembre de 2012

Para progresar, dejemos aparte nuestras diferencias

Primera colaboración en el blog, de Álvaro Ruiz Morón @AlfaRomeoMike. Estudiante de Derecho.

"El progresismo es el compromiso con el progreso de la igualdad y la libertad personales
 Carlos Martínez Gorriarán

Que no se asusten los partidarios clasistas de PP o PSOE o gente anquilosada en hacer paredes identitarias. Esta hermosa palabra de once letras, significa tener que remover cielo y tierra para que teniendo más libertad, seamos poseedores de más igualdad, y viceversa, para tener una democracia depurada y en la que cabemos todos.

Ah, creo ir entendiendo el miedo que se le tiene a esta palabreja…

La nota de igualdad se hace necesaria para que aunque seamos todos diferentes física y psíquicamente, seamos iguales a la hora de recibir un trato sin discriminación; y la libertad, para poder elegir aquello que se ajusta más a nuestras conveniencias (dentro del derecho claro está) sin tener miedo a represalias. Estas dos notas, son unos valores que deberían de tenerse y hacerse tan efectivas como universales al igual que los Derechos Humanos, pues en ellas no caben injerencia alguna por parte de dogmas identitarios como los religiosos o nacionalistas. Estas grandes barreras que reflejan la falta de progresismo e históricamente lo han perjudicado, son malas a partes iguales.

Hay que hacer predominar la importancia del laicismo para respetar tanto a quien no cree tiene convicciones religiosas, pero también del mismo modo proteger a quien tiene creencias religiosas, pues son un derecho fundamental. No pueden darse episodios de tener que seguir unas pautas religiosas determinadas, cuando uno no confiesa ninguna religión… ¿suena a imposición verdad? Pues nos cargamos la libertad y la igualdad.
Y con respecto a los nacionalismos, del mismo modo que con los Estados confesionales, “imaginemos” una región gobernada por un partido nacionalista que prohíbe por medio de una especie de agentes secretos hablar una determinada lengua tan oficial como la que pretenden soslayar, o no poder comprar un periódico sin temor a represalias (al menos cuando no se esconda para transportarlo desde el kiosco hasta el domicilio). Esto suena fatal.

A parte del PA, progresa adecuadamente, que nos ponían a algunos para calificarnos en el colegio de pequeños, progresismo es expandir el conocimiento y la defensa de las libertades e igualdad personales por allá que se vaya. Esta nota es tan válida como el derecho a la vida.

No seamos egocentristas y antepongamos nuestras convicciones frente al bien común de todos, pues destruimos lo que nos une y lo que sumamos. Seamos capaces de ver que dentro de esta realidad en la que vivimos hay cuestiones tan naturales que no afectan por partes diferentes a unos determinados bandos sí y a otros no.

Para progresar, mejor dicho que nunca, dejemos aparte nuestras diferencias. Hagámonos ser valedores del significado de ciudadano.

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